07/10/2020

Segunda jornada del Ciclo de Conversaciones Federales "Mujeres, Géneros y Soberanía Alimentaria"

Las mujeres en los procesos de desarrollo local y comunitario fueron el eje del encuentro que tuvo lugar de manera virtual reuniendo a representantes del género de todo el país y la región.
El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca llevó a cabo la segunda jornada del Ciclo de Conversaciones Federales "Mujeres, Géneros y Soberanía Alimentaria". El ciclo, que se desarrolla desde el 6 de octubre y se extenderá hasta el 16 de este mes en todas las regiones del país, forma parte de una agenda conjunta y articulada entre el INTA y la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena.

En esta oportunidad tuvo como eje los relatos de cuatro protagonistas comunitarias, moderadas por Daniela Bustos, Marcela Leiva y Andrea Maggio del INTA.

Se presentaron experiencias de todas las regiones del país. La Comisión Evaluadora del Seminario seleccionó cuatro experiencias, que corresponden a Delia Quinteros, Belen Cayun, Ana Deambrosi y Paola Escobar y que permitieron reflexionar sobre el eje de las desigualdades de género y cómo varían en el tiempo y el espacio.

"El género como construcción social, cultural e histórica y no un hecho natural. Lo que a su vez implica que sus atributos asignados cambian a lo largo del tiempo y el espacio. Se co-construyen con otras marcas también de exclusión tales como la raza, la etnicidad, el territorio, entre otras", destacó Andrea Maggio, en representación de la Comisión evaluadora del INTA.

El primero de los testimonios fue el de Delia Quinteros, que relató la experiencia titulada "Aprendizajes, afectos y complicidades. La experiencia de articulación en el Centro de Formación en oficios rurales en Santa Lucia, Tucumán". Delia expuso sobre como hace unos años junto a un grupo de mujeres conformaron una biblioteca popular en ese espacio y cómo a partir de ese disparador surgió la concreción de un Centro de Formación donde se dictan cursos para cocineras y cocineros regionales, artesanías y turismo rural comunitarios. Los cursos, contó, fueron pensados para capacitar el trabajo que ya venían haciendo hace muchos años, para darle un valor agregado a sus productos y para que puedan ser ofrecidos, iniciando la consolidación de una red territorial para la aplicación de políticas públicas y fortalecimiento de este espacio de encuentro y aprendizaje.

"Santa Lucía se merece salir adelante y qué mejor que a través de las mismas mujeres, mujeres como Hilda Guerrero de Molina una de las principales formadoras de ollas populares para calmar el hambre que había en esa época. Nosotras levantamos la bandera de Hilda en el 2000 y 20 años después nos encontramos en la misma lucha, pero con muchas otras oportunidades gracias a un montón de compañeras", destacó Delia.

Por su parte, Belén Cayun, de la comunidad mapuche de Neuquén, expuso su relato "Construyendo y fortaleciendo el Lof -Newen Zomo Cayun". Ella refirió a la reorganización de la comunidad mapuche para ser reconocida por el Estado. Redes de agua, talleres de oficios, telar mapuche, recopilación historia, huerta, granja... son la base de un lema de esta comunidad "Si hay bienestar en el campo no hay que ir al pueblo a trabajar". Su testimonio se brinda como ejemplo de cómo el linaje femenino ancestral se pone al servicio de la comunidad y la reorganización política de un territorio.

Otra de las exposiciones trató sobre "Mujeres y el acceso al agua segura". Estuvo a cargo de la técnica de INTA, Villa Guillermina, Santa Fe, Ana Deambrosi que relató la experiencia de superación colectiva en la construcción de 11 aljibes para la comunidad protagonizada por mujeres. El proyecto se gestó a partir de una escuela rural para mejorar la calidad de vida de las familias involucradas y de transformación de las huellas y las heridas de una historia dolorosa como ha sido la forestal en el norte santafesino, y demostrando que "siempre y a pesar de todo, la tierra sana".

Por último, Paola Escobar, representante de la Unión de Trabajadores de la Tierra de Santiago del Estero, refirió a su experiencia "No estamos solas, estamos organizadas", donde brindó detalles del proyecto que nació desde el cinturón verde de La Plata y se extendió en 15 provincias. "Es nuestra oportunidad de ver la semejanza entre la mujer y la tierra y el mensaje implícito del manejo agroecológico como símbolo de la relación no violenta entre los humanos y la tierra", señala el testimonio.

"Recuperamos ese lugar que históricamente tenemos las mujeres en las comunidades, ese lugar de tejedoras de lo comunitario, de relocalizar nuestra participación y cosmovisión en lo que es el cuidado del hogar sino también de la relación que tenemos con la biodiversidad, con la tierra y seguimos dando una batalla cotidiana", señaló Paola.

Las protagonistas de los cuatro testimonios mantuvieron un diálogo abierto con las participantes, respondiendo consultas, compartiendo reflexiones y revalorizando las experiencias solidarias, colectivas y empoderadas de sus comunidades.

Para descargar la agenda de los próximos encuentros, ingrese aquí: https://www.magyp.gob.ar/mujeres
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