La República Argentina tiene un significativo potencial para la generación de biogás a partir de biomasa residual, lo que significaría una importante reducción del pasivo ambiental que supone su implementación. En particular, la Región Pampeana posee un importante potencial a partir de los efluentes de diferentes actividades pecuarias intensivas.
El aprovechamiento energético de esta biomasa residual mejora la sostenibilidad de las prácticas productivas de los establecimientos, ya que favorece el desplazamiento de energía derivada de fuentes fósiles por una de fuentes renovables y, al mismo tiempo, permite gestionar adecuadamente los residuos.